La iglesia de Betoño está dedicada a San Esteban Protomártir, que es considerado el primer mártir de los cristianos.
La torre de la iglesia es cuadrada de tres cuerpos, de fines del siglo XVII. Los dos bajos de mampostería, separados de una imposta lisa, tienen saeteras en sus costados. El superior de sillería presenta sus esquinales dispuestos a modo de pilastras, cuatro arcos de campanas, uno en cada costado.
El pórtico, en la vertiente sur, presenta cuatro arcos apeados sobre columnas neoclásicas toscanas.
La portada data del siglo XIII. Pertenece al románico tardío, estilo que se observa en su arco apuntado con tres arquivoltas, baquetonadas las impares y con tallos entrelazados y óvalos la central; trasdós e imposta con decoración de hojas ovaladas. Presenta seis columnas con capiteles de hojas palmeadas y con piñas. La puerta tiene un buen cancel con cuarterones, rombos y acrótera de rocalla.
La parte principal de la fábrica de este templo es obra del siglo XVI, a excepción del plesbiterio y el crucero. Aparte de la portada, que es del siglo XIII, quedan no obstante en el exterior, restos de una primitiva construcción románica.
El crucero fue trazado por Rafael Antonio de Olaguibel en la segunda mitad del siglo XVIII. Tiene planta de cruz latina con cabecera recta. En la cúpula ovalada, apeada en pechinas, se observan buenas pinturas modernas del pintor alavés Pablo Uranga realizadas en el año 1914.
La nave principal consta de tres tramos, el primero cubierto por bóveda estrellada, el segundo por bóveda de terceletes y el tercero por bóveda nervada en diagonal. Claves decoradas, de la Virgen, el Salvador y San Esteban las centrales, y de santos, ángel con cartela, tetramorfos, y luceros a los lados.
El retablo mayor es barroco, dorado y pintado, de principios del siglo XVIII. Su arquitectura es obra de los cántabros Antonio de Albarado y Francisco de Barredo. Consta de banco, cuerpo principal con cuatro grandes columnas salomónicas trepadas por tallos y racimos de vides. Muestra el bancal relieves de San Juan Evangelista a la izquierda y San Lucas a la derecha, ambos en actitud de escribir y recibiendo la inspiración de lo alto. En el cuerpo principal las columnas descritas separan tres calles. En la central se abre un arco con guirnaldas muy ricas a los lados y remate de hojas curvadas, que cobija buena escultura de San Esteban. Las laterales, con marcos y acróteras de follaje, ostentan dos buenas tallas de los santos Pedro y Pablo, colocadas sobre peanas. Sobre ellos, relieves de San Mateo y San Marcos, análogos a los del bancal. El cuerpo alto consta de gran arco coronado por rico remate con la imagen de la Asunción. En el centro, dos columnas neoclásicas encuadran el templete del sagrario que cuenta con un busto neoclásico, obra de Mauricio de Valdivielso, el Santero de Payueta.
Los dos retablos laterales también barrocos, de la Virgen del Rosario y del Santo Cristo, son de fines del siglo XVIII. Estos retablos se erigieron por Pedro de Sarasua en 1770, a imitación de los del convento de las Brígidas de Vitoria, hoy desaparecidos.
Esperamos que os haya gustado la presentación. Nuestra humilde pretensión ha sido dar algunas pinceladas sobre la historia de la iglesia y su obra artística. No hemos querido extendernos excesivamente. Por tanto, dedicaremos otra entrada dentro de un tiempo al coro y a sus pinturas.
Hasta entonces!!!
Notas: Especial agradecimiento a Don Luis Ajuria, párroco de Betoño, por sus explicaciones y su amabilidad. El texto proviene del Catálogo Monumental de la Diócesis de Vitoria. Las fotos han sido tomadas hoy durante la visita, salvo la foto del retablo mayor que es de Fco. Javier Guerra en Flickr.
El Blog de Betoño 
13 junio, 2021 en 8:47 pm
Muy bonita la historia de la iglesia. Si queréis ver la iglesia en maqueta podéis visualizarla en el siguiente enlace de youtube.
14 junio, 2021 en 3:56 pm
Qué preciosidad! Es una obra de arte!……